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martes, 6 de septiembre de 2011

Llegada a Fiji 10 Junio 2011

Llegada a nuestro penúltimo país que vamos a visitar en nuestra aventura. Después de un mes por Nueva Zelanda pasando algo de frío, aterrizamos  en el aeropuerto de Nadi con algunos grados de más, y para nuestra sorpresa con un recibimiento algo distinto que en algunos otros países. A la salida del avión y a pocos metros nos esperan un grupo de fijianos, guitarras en mano, coloridas camisas y la falda típica fijiana, con sus sonrisas de oreja a oreja y cantando alegremente. Vaya sensación tan buena, de primeras nos sacan una sonrisa a cada uno de los pasajeros que aterrizamos.
Bienvenida a Fiji Islands


 Salimos a la calle a fumar un cigarro, no tenemos prisa, tenemos la dirección dónde pasaremos un par de noches, una familia fijiana que hemos conocido en la página web www.coachsurfing.com, una red social dónde puedes encontrar alojamiento gratuito y tener la oportunidad de conocer gente local del destino dónde vayas, algo que nos pareció fantástico y que ya practicamos en Australia.

 Ya listos para coger nuestro taxi, no tardamos en darnos cuenta de que algo no va bien. Preguntamos al primer conductor por la dirección que nos habían dado, muy cerca del aeropuerto, y además sabiendo el precio que debían cobrarnos por la carrera, a lo que el conductor contestó panchamente que no tenía ni idea de dónde estaba esa dirección. Mi respuesta es clara, "Taxista en Nadi y no conoces la dirección que está a  menos de 10 minutos del aeropuerto????". Respuesta del taxista: su cara lo decía todo, no puedo timarte no me interesas. Así que lo intento un par de veces más y me encuentro con la misma situación. Es cuando empezamos a sentir algo de mal rollo con la situación, toda la alegría de la bienvenida y buenas sensaciones iban desapareciendo por segundos.

 Después de pasar unos 20 minutos de incredulidad e intentar que alguien nos echara un cable a solucionar tan surrealista situación, veo a un fijiano con un cartel con nuestro nombre, no me lo podía creer!!!! Nos acercamos y para nuestra sorpresa era Paul, el chico que nos acogía en su casa. Había llegado con algo de retraso y.  nos habíamos cruzado en el aeropuerto sin vernos, y al no tener conocimiento de su intención por recogernos tampoco íbamos muy atentos a ningún cartel. Así que ya en compañía de Paul no hubo ningún problema y pudimos llegar a su casa.

 Nuestras primeras sensaciones con su familia, dos hermanos y una chica que hacía las veces de secretaria, fueron buenas. Estuvimos charlando un buen rato, preguntando un poco que nos esperaba al día siguiente e indagando un poco sobre que isla visitar para descansar y bucear. Veníamos sin haber indagado mucho y confiados en la ayuda que nos prestarían Paul y Dianne, ya que en su perfil en la web tenían unas referencias buenísimas y de bastante gente que había pasado por allí.

 Terminamos la noche con la degustación de la bebida fijiana más típica y usada socialmente, llamada Kava o Yaqona. Es una infusión preparada con la raíz de un derivado de la pimienta. Su elaboración consiste en poner agua en una especie de recipiente algo grande, y después con la raíz envuelta en una trapo, se remoja y remoja produciendo la mezcla entre el agua y la raíz, adquiriendo un color marrón. La manera de tomarlo consiste en sentarse alrededor del Kava, uno de los asistentes hace de anfitrión y marca el ritmo en el que se va bebiendo. Decir que el sabor es algo desagradable de primeras, y bueno, de segundas algo también, pero después de unos cuantos va entrando algo mejor. Decir también que está bebida en exceso puede tener algunos efectos parecidos al alcohol.
Preparación del Kava

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