Antes de partir hacia Pai visitamos el templo que hay en la cima de una pequeña montaña dónde pudimos ver como los monjes bendicen todo terrenos, dónde puedes escribir lo que quieras en un ladrillo, el cuál servirá para construir un colegio, y disfrutar de las maravillosas vistas del pueblo.
A mitad de camino hemos parado en un bar de carretera a desayunar algo. Lo único que hemos podido pedir ha sido unas sopas porque la señora a cargo del bar no hablaba ni una pizca de inglés, con lo que a lo indio y probando casi todo lo que tenía hecho, hemos conseguido encontrar una sopa que no tuviera mucho picante. Hemos pasado un rato viendo a los animales que tenía por allí la señora y escuchando a un pájaro como nos silbaba y nos saludaba diciendo “Sabadicap”, que en tailandés significa hola. Y durante el camino paramos en algunos puntos dónde seguir disfrutando de excelentes vistas.
A la noche, después de un merecido descanso, estuvimos en la Guest House de Paula alrededor del fuego echando unas charlas y riendo sin parar con nuestros amigos David, Paula, Gustavo y Melissa, y algunos más que andaban correteando por el fuego jejejeejejejj. Gustavo y Melissa en un principio venían con nosotros a Mae Hong Song, pero Melissa estaba un poco pachucha con el estómago y decidieron quedarse. Ha sido genial volver a verlos y disfrutar de su compañía de nuevo. Al rato empezamos a escuchar algo de música y nos pusimos en marcha y dando un paseo llegamos al Rasta Bar, dónde estaban realizando un conciertillo de reggeae.
