El ambiente a la llegada es muy acogedor, la recepción está en mitad de la zona dónde todo el mundo charla y bebe algunas cervezas, la confianza es total, no hay gente sirviendo nada, simplemente coges de la nevera lo que quieres y te lo apuntas en tu librito. De primeras nos han dado un cuarto compartido con 4 chicas más, a las que hemos despertado a nuestra llegada, con lo que hemos decidido desayunar primero y darles un rato más de sueño para poder acoplar nuestras cosas y descansar un rato.
En la pequeña cafetería que hemos parado hemos conocido a Alan. Estábamos desayunando y María lo ha escuchado hablando con la propietaria del establecimiento y le ha resultado muy familiar el acento, y tan familiar, cómo que es escocés y encima de Edimburgo. Vaya sorpresa más agradable y vaya caras que se nos han quedado a los tres jejejejejej. Hemos disfrutado de un rato de charla con él y nos ha encantado conocerlo, vayas historias que tiene este hombre.
Después de una siesta de 4 horas, nos fuimos a echar un vistazo al Night Bazar, muy famoso en Chang Mei con la intención de encontrar algo de ropa y mirar la posibilidad de hacer algún envío, ya que nos han comentado que aquí está más barata la ropa que en Bangkok. El Bazar es precioso y el paseo es muy agradable pero la búsqueda ha sio un poco rollo, precios caros y calidad mínima. Esperaremos a Bangkok de nuevo y echaremos un vistazo mejor.
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