Singapore 2 Diciembre 2010

Segundo día en Singapore y nos levantamos un poco tarde remoloneando a causa de la gran comodidad de las camas del River City Inn, vaya encanto de lugar, La gente que lo gestiona son maravillosamente atentos, el hostal es sumamente limpio y el ambiente es sensacional. Como se agradece dormir en condiciones una sola noche después de dormir en esos colchones indús que brillan por su falta de comodidad.

 Así que nos levantamos con toda la energía y nos disponemos a pegarnos el día caminando. Nuestro primer destino es Orchard Road, la calle de la gente con muuuuuchaaaaaa pasta. Aquí se pueden encontrar todas las grandes firmas reunidas en la inmensa avenida. En nuestro camino hemos podido disfrutar de un paseo precioso alrededor de los canales y grandes edificios.


Es curioso andar con ropa de verano y encontrarte los árboles de Navidad y los adornos, es una sensación rara acostumbrados a pasar las Navidades envueltos en ropa.

 

 

Después de la larga caminata hasta Orchard Road, hemos escogido dar un rodeo a una reserva en mitad de Singapore para dirigirnos hasta el barrio Indio (Little India). La sensación ha sido muy rara, porque después de pasar un par de meses en India y acostumbrarte a como funcionan por allí, llegas a este barrio y no tiene nada que ver. Lo único es que ves a indios haciendo su vida normal pero sin punto de comparación a la verdadera India.

 

De camino de vuelta paramos en el barrio Arábico, dónde la impresión para mí fue la misma que en Little India, cambia el tipo de personas pero todo se parece demasiado. De aquí nos encantó una especie de creps gigante con cordero, queso y cebolla que estaba bastante rico y muy barato de precio para ser Singapore.

 

Y ya a la noche después de haber descansado un rato en el hostal, nos fuimos a cenar a Chinatown, dónde estuvimos en un restaurante dónde el cocinero por lo que se ve era un poco famoso entre la comunidad china en Singapore, porque los Noodles te los hace en el momento con una serie de movimientos y a la perfección. Podías ver en la pared cientos de fotos con cientos de clientes y algún que otro artículo del periódico reconociendo su trabajo.