Sorpresóoonnn!!! Dispuesto a hacer el Chek-In para volar hacia Bangkok, le pregunto a la chavala si tiene algún sitio en salida de Emergencia, pensando que sería un avión normalito en el que volaríamos, y después de un minuto nos dice la chavala: “Lo siento, pero lo que puede ofrecerte son dos asientos en Businnes Class, pero están separados” a lo que María y yo contestamos: “No problem” y pensamos: “Como si nos quieres poner a cada uno en una esquina del avión” jejejejjje. Así que allí estábamos los dos en Businnes Class, y al vernos el hombre sentado al lado de María que estábamos separados, gustosamente se ofreció a cambiarnos los asientos. Así que sentados juntitos, con un asiento para un elefante, rodeados de peña entrajada y mirándonos muertos de la risa, porque tenías que ver las pintas de Businnes que llevábamos nosotros jejejejeje. La comida estuvo genial, el vino, el champagne, los cocktails, los helados, en fin, que nos pusimos tibios jejejejej, no queríamos bajarnos del avióooooooonnnnn!!!!!!
Llegada a Bangkok, todo muy fácil en el aeropuerto con referencia a la visa y al transporte público. Nos dirigimos hacia Kao Sang Road, famosa calle dónde se alojan los mochileros y dónde puedes encontrar cientos de tiendas, cientos de lugares dónde darte un masaje y miles de turistas pasándolo en grande. Ha sido un cambio brutal después de haber pasado por India, Nepal y Singapore, porque sólo en una calle hemos podido ver más turistas que en un mes en Goa.
Nos hemos alojado en la misma Guest House que se alojó María 4 años atrás, está en muy buenas condiciones, muy limpia y con aire acondicionado, el nombre era algo como Kewin Guest House, justamente en mitad de la calle pero retirada de la bulliciosa vida nocturna, agradable para poder dormir sin el sonido de una discoteca en tu oreja jejejejeje.
Nos hemos dado un paseo por la calle para tomar el primer contacto con Bangkok, hemos comido Pad Thai (buenísimoooooooooo), hemos visto muchos puestos dónde te hacen las rastas (mmmmmmmmm) y muchos establecimientos dónde darnos algún masaje. Sin poder aguantar más las ganas de tener mis rastas, sólo he tardado una hora en decidirme y no esperar, como no, so here we gooooooooo!!!!!!!!
El procedimiento ha sido un doloroso y a la vez placentero, cuando el chaval estaba uniendo mi pelo con las rastas era como un pequeño tironcillo de pelo, que cuando empezaba a desaparecer ese pequeño dolor se convertía en una pequeña cosquilla. El proceso ha durado una hora y media, y el acabado ha sido genial, estoy contentísimoooooooooo!!!!!!
Seguidamente nos hemos ido a darnos un masaje en los pies, y en el camino nos hemos encontrado con el puesto de aquí se comen insectos, buafffff!!!!! El masaje ha sido geniiiaalllll!!!!!!!!
Y ya en la habitación hemos pasado un buen rato de risas María y yo haciéndome fotos de todas las maneras que se nos ocurrían. Vaya día guapooooooooo!!!!!!
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