Hacia a Amed 2 Abril 2011

Después de un par de días lloviendo, esperando mi mejoría y resolviendo nuestro siguiente destino, ya nos podemos poner de nuevo en camino y visitar algo más en Bali. Nos dirigimos hacia Amed, un pequeño pueblo al Este de la isla. Allí nos esperan nuestros amigos Gustavo, Melissa, Jordi y Susana con su bebé Irati.
El trayecto ente Ubud y Amed tiene una duración de entre 2 o 3 horas dependiendo del tráfico. Durante el camino hemos podido disfrutar de algunas vistas privilegiadas de campos de arroz inmensos, algunos pasos de ríos con grandes figuras de elefantes y trayectos entre las grandes arboladas. Todo iba de maravilla hasta que nos acercamos un poco más a Amed, a unos 20 kilómetros de nuestro destino ha empezado a llover, 5 minutos después a diluviar, no podíamos ir a más de 5 km//h. Llegamos por fin a nuestro destino, sigue lloviendo, nos disponemos a buscar el restaurante dónde hemos quedado con Gustavo y Melissa, damos algunas vueltas intentando encontrarlo, tenemos que parar de nuevo porque la lluvia es abundante, y después de una media hora por fin alguien nos echa un cable y nos lleva a la puerta del restaurante.

Chill Out

Camón

  Nos reunimos por fin con ellos y nos llevan a la Guest House dónde nos han reservado la habitación. Subimos por unas escaleras entre una mini selva, y llegamos a nuestra habitación, bueno, nuestra casaaaaa!!!!! No salimos de nuestro asombro, es una casa de dos plantas para nosotros solos, con un porche con nuestras dos camas, una cama de matrimonio inmensa, una especie de segunda planta con otra cama y unas vistas al mar no despreciables, en el cuarto de baño tenemos un gran árbol, me recuerda a la peli de los dinosaurios, en fin, que por sólo 110.000 rupias, como 9 euros, tenemos una casa impresionante con desayuno incluido, siiiiiii!!!!!

Jurasic Park?

Ducha aireada

Mi color favorito con estrella¿?

Interior

Vistas desde la casa

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Después de comer algo fuimos en busca de la Guest House dónde supuestamente se quedan Jordi y Susana, no nos ha costado mucho encontrarla, y el dueño ha sido muy amable y nos ha conducido a la playa dónde suelen estar ellos, y sí, allí estaban. Nos ha dado mucha alegría a todos volver a encontrarnos. Pasamos la tarde de charla en el porche de casa y cenamos en uno de los sitios más baratos de la zona, porque hay que decir que aquí, al estar muy retirados del pueblo más cercano y no tener muchos recursos por aquí, los precios en casi todos los sitios son un poco más caro de lo normal. Decir también que el precio de nuestra casa ha sido regateado bastante, porque normalmente suelen ser bastante más caros en temporada alta.


Esperamos que mañana el tiempo nos acompañe un poco y podamos disfrutar de un día de playa.