De nuevo dejamos atrás otro lugar especial, otra familia adorable, otros momentos inolvidables. Han sido alrededor de 45 días que han dado mucho de sí, tantos ratos de risas, conversaciones, celebraciones, despedidas, lloriqueos, etc. En fin, que estamos subidos en el Catamarán que nos lleva rumbo a Phuket, en la parte trasera observando como se va alejando Koh Tao, dando por finalizada una etapa más de nuestro viaje. Os vamos a echar mucho de menos chicoooosss!!!!!
La primera parte del viaje ha sido un poco movida, nos dirigimos hacia Koh Pañan, a tan solo una hora de camino, pero ha sido una de las horas más largas del viaje jejeje, como se movía aquello, como nos hemos acordado de Eva, que le tocó el día anterior pasarlo a ella. Al principio el barco era un mar de risas, jejeji jijaja jojoju, Sebas, María y yo confiábamos en nuestra sopa de arroz que comimos a las 8 30 de la mañana. El ambiente en el barco empezaba a cambiar, ya no se oían tantas risas, más bien predominaba el silencio, y de vez en cuando alguna tos marcaba que alguien no lo estaba pasando muy bien. El arroz funcionaba, pero los sudores eran espectaculares, el color de la piel se tornaba blanquecino y la respiración era profunda y concentrada, vaya hora más malaaaaaa!!!!
Pisamos tierra para cambiar de Catamarán, tenemos dos horas de descanso, nunca pensé en que contento estaría por tener que esperar un par de horas un transporte, que pare este meneoooo!!! Volvemos a embarcar dirección a Koh Samui, volvemos a tomarnos otra pastilla contra el mareo, con las caras desencajadas pensando en que ahora serían dos horas jejejejej. Comenzamos a navegar y no se mueve tanto, es más el movimiento es agradable a la siesta, para nuestra sorpresa esas dos horas han pasado desapercibidas y nos hemos pegado un buen sueñecito.
Llegamos a Surathani, dónde nos recoge un autobús que nos lleva al centro de la ciudad, dónde de nuevo esperamos unos 30 minutos para coger otro autobús diferente que nos llevará hacia el aeropuerto de Phuket. Suponemos que serán unas 3 horas más haciendo el cálculo europeo, pero no, han sido 5 horitas en el último transporte hasta llegar a nuestro destino. Nos han dejado en mitad de la carretera, en la puerta de una comisaría resort&spa, dónde no había nadie dónde poder preguntar dónde dormir esta noche. María se aventura con Sebas a mirar en un callejón paralelo a la comisaría, siguiendo un cartel de alojamiento, y vuelven a los 5 minutos medio riéndose y diciéndome que cogiera mis cosas y que no preguntara, que nos llevaban a buscar un hotel, y cuando volvemos al callejón, me encuentro con que quién nos lleva a buscar alojamiento es una ambulancia jejejejejeej, no podía salir de mi asombro, allí estábamos los tres en la parte trasera del vehículo con nuestra camilla, collarines, betadine, jejejeejejej, y por supuesto gratis, simplemente querían ayudarnos, vaya gente buena que te encuentras por ahí, impresionante.
Por fin hemos encontrado alojamiento y ya hemos dejado todos los bártulos, ha sido un poco caro pero las horas a las que hemos llegado y la calidad del hotel lo medio merecen, el lugar se llama Ulom Bungalows. Cena en la playa en el restaurante del hotel y vuelta a casa para descansar, mañana nos espera Balíiiiiiiiiii!!!!!!!!!
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