Antes de contar nuestra llegada a Vancouver, merece la pena pararse en las últimas horas en Fiji. Después del último fantástico día en la isla, la vuelta a Nadi ha sido horrorosa, el mar estaba inquieto, viajamos en una pequeña embarcación, la cuál ha parado en todas las islas posibles de camino a Nadi, se nos ha hecho eterno, ha sido unas 3 horas de auténtica desesperación por llegar, con momentos incluso de incertidumbre, lo lograremos?.
Una vez en la isla volvimos a casa de Paul, teníamos como unas 4 horas antes de ir al aeropuerto. Amablemente se ha ofrecido a acompañarnos a la comisaría de policía para hacer la correspondiente denuncia del robo del neopreno. Estaba muy sorprendido por lo ocurrido, y de veras, que fue el único que se preocupó, hasta tal punto que nos pagó la denuncia.
Ya en el aeropuerto, llegamos con bastante tiempo de antelación, nos relajamos sentados fuera, fumando y jugando a las cartas, muy confiados de que todo saldría bien. De nuevo un gran error, estamos pecando de confiados y está pasando factura. Normalmente siempre estamos con bastante tiempo para no tener problemas de última hora y pasar un mal trago, pero aquí nos vamos al mostrador con el tiempo algo justo. Damos nuestros pasaportes y billetes, algo de espera y la cara de incredulidad que se nos queda cuando nos dice el chico que no podemos volar, ¿Cómo?!!!!!!!!! Nos dice que no tenemos nuestra visa en regla para parar en Estados Unidos. Tenemos una escala en Los Ángeles de unas 5 horas, para la cuál hace falta la dichosa visa. Nosotros estábamos al corriente de ello, pero por exceso de confianza, creíamos que eso lo había hecho el chico de la agencia de viajes, pero no, no tenía porque hacerla. Así que nos dice el chico que podemos solicitarla por internet, que no debe de haber problema para obtenerla y tarda sólo 10 minutos, y a sí a unas malas no lo consiguiéramos, intentaría hacer todo lo posible para que subiéramos al avión. Vaya estrés de repente, allí íbamos corriendo buscando los dichosos ordenadores, no nos quedaba mucho tiempo. Conseguimos hacer las visas, de vuelta al mostrador y por fin, nuestros billetes y pasaportes de vuelta a nuestras manos, bufffff!!!!!!
Después de unas cuántas horas de vuelo y espera, llegamos a Vancouver. Ya ha caído la noche, y nos dirigimos en tren hacia el Barrio Chino, lugar dónde tenemos nuestra primera noche reservada. En el mostrador de información del aeropuerto nos han dado algunos consejos para llegar y nos han advertido de que por esa zona hay una cantidad considerable de vagabundos. Algo que nos sorprende obviamente, pero no le damos mucha importancia. Llegamos a la estación de tren, tomamos las direcciones indicadas por la amable señorita del aeropuerto, y pronto comenzamos a ver lo que nos habían anunciado anteriormente, sí sí, hay una cantidad considerable de vagabundos. Da la impresión de un barrio algo siniestro, pero creo que acentuado por la noche. Seguro que mañana lo veremos de otra forma y no será para tanto.
viernes, 9 de septiembre de 2011
Conclusión Mana Lagoon Backpackers 17 Junio 2011
Es la primera vez que voy a dedicar todo un post a criticar un lugar, algo que no me hace sentir muy cómodo, pero me veo en la obligación de hacerlo por el trato que hemos recibido y el de algunos de nuestros amigos que conocimos en este lugar.
Nuestras quejas se centran en el señor Bosco y la gran manager Dianne, ya que Paul sin lugar a dudas fue el único que realmente se prestó a ayudarnos en todo momento. En referencia a Bosco, como ya comentamos en un post anterior, recomendaríamos simplemente no reservar ninguna vacaciones con este señor, ya que no sólo somos los únicos que a nuestra llegada hemos tenido algún tipo de problema con el tipo de reserva, tipo de habitación y por supuesto cambio de tarifas.
Con respecto a Dianne, aquí sí que voy a ser algo más crítico si cabe, ya que desde el minuto 1 a nuestra llegada, no ha sido de ninguna ayuda, es más, la sensación que ha dado ha sido de una completa irresponsable, alguien que no le importa lo más mínimo el bienestar de sus clientes y alguien que no tiene ni idea de como funciona su propio negocio. En nuestro último día he sido víctima del robo de mi apreciado neopreno, apreciado no por el valor sino por su significado, y la conversación que tuve con esta mujer fue digna de ser grabada, toda contestación recibida por su parte era una incongruencia tras otra, no tenía ni idea de quién se encargaba de recoger el material, en general no tenía ni idea de quién se encargaba de cada departamento del lugar. No fue en ningún momento de ayuda para redactar un escrito con el cuál pudiéramos presentarlo en la comisaría de policía y reclamarlo a nuestro seguro, algo que tuvo que hacer el Instructor con el que estuvimos buceando unos días, un fijiano con un inglés escrito no tan bueno como el que podía ella tener siendo británica.
Y al respecto del servicio en este lugar, decir que desayuno y comida algo escasos, y la hora de la cena se asemejaba a una jauría de perros hambrientos tomando posiciones para no quedarse sin su preciado trozo de alimento. Sobre el personal decir que si eres un fiel seguidor de sus excentricidades y juegas a su scattergories, ningún problema, en caso contrario, serás un cero a la izquierda, y la famosa palabra Bula no entrará en tus grandes vacaciones fijianas.
Gracias a que nos solemos tomar las cosas con algo de humor y ayudados por nuestros amigos Robert, Albert y los alemanes, hemos pasado unos días de risas analizando cada situación. Ellos han hecho que nuestra estancia por aquí haya tenido sentido y que nos llevemos un buen recuerdo, porque por lo demás casi que nos lo podíamos haber saltado. Algo que nos da rabia, ya que tenemos amigos que han tenido una estancia en Fiji inolvidable.
Nuestras quejas se centran en el señor Bosco y la gran manager Dianne, ya que Paul sin lugar a dudas fue el único que realmente se prestó a ayudarnos en todo momento. En referencia a Bosco, como ya comentamos en un post anterior, recomendaríamos simplemente no reservar ninguna vacaciones con este señor, ya que no sólo somos los únicos que a nuestra llegada hemos tenido algún tipo de problema con el tipo de reserva, tipo de habitación y por supuesto cambio de tarifas.
Con respecto a Dianne, aquí sí que voy a ser algo más crítico si cabe, ya que desde el minuto 1 a nuestra llegada, no ha sido de ninguna ayuda, es más, la sensación que ha dado ha sido de una completa irresponsable, alguien que no le importa lo más mínimo el bienestar de sus clientes y alguien que no tiene ni idea de como funciona su propio negocio. En nuestro último día he sido víctima del robo de mi apreciado neopreno, apreciado no por el valor sino por su significado, y la conversación que tuve con esta mujer fue digna de ser grabada, toda contestación recibida por su parte era una incongruencia tras otra, no tenía ni idea de quién se encargaba de recoger el material, en general no tenía ni idea de quién se encargaba de cada departamento del lugar. No fue en ningún momento de ayuda para redactar un escrito con el cuál pudiéramos presentarlo en la comisaría de policía y reclamarlo a nuestro seguro, algo que tuvo que hacer el Instructor con el que estuvimos buceando unos días, un fijiano con un inglés escrito no tan bueno como el que podía ella tener siendo británica.
Y al respecto del servicio en este lugar, decir que desayuno y comida algo escasos, y la hora de la cena se asemejaba a una jauría de perros hambrientos tomando posiciones para no quedarse sin su preciado trozo de alimento. Sobre el personal decir que si eres un fiel seguidor de sus excentricidades y juegas a su scattergories, ningún problema, en caso contrario, serás un cero a la izquierda, y la famosa palabra Bula no entrará en tus grandes vacaciones fijianas.
Gracias a que nos solemos tomar las cosas con algo de humor y ayudados por nuestros amigos Robert, Albert y los alemanes, hemos pasado unos días de risas analizando cada situación. Ellos han hecho que nuestra estancia por aquí haya tenido sentido y que nos llevemos un buen recuerdo, porque por lo demás casi que nos lo podíamos haber saltado. Algo que nos da rabia, ya que tenemos amigos que han tenido una estancia en Fiji inolvidable.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
Islote de arena en mitad del océano!!!! 15 Junio 2011
Aprovechando que nos íbamos a bucear, decidimos hacerlo cerca de un pequeño islote de arena muy cerquita de la isla, dependiendo de la hora del día puedes disfrutar de estar en mitad del océano con unas aguas cristalinas y una pequeña porción de arena, im-presionante!!!!!
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| Es la sombra de un avión? |
Isla Monuriki ( Cast Away Island ) 13 Junio 2011
Nuestra visita de hoy es a la Isla Monuriki, o conocida como Cast Away Island, isla dónde se realizó la grabación de la famosa película Naúfrago, de Tom Hanks. Vamos en compañía de nuestros amigos Robert, Albert y la pareja alemana (perdonarme chicos por no acordarme de vuestros nombres).
Antes de pisar la isla de Cast Away, tenemos parada obligada en la Isla Yanuya, dónde se presentan los respetos al jefe y se paga un pequeño tributo para poder visitar la famosa isla. Pudimos echar un vistazo a la escuela y un poco a la comunidad, y una de las playas a las espaldas del poblado.
Desembarcamos por la parte dónde se puede ver la cueva dónde pasó algún tiempo nuestro amigo Tom, en compañía de Wilson. Debido al oleaje y a la prohibición de acercarse, sólo pudimos verla desde el barco y no muy cerca. Una vez en tierra firme, uno de los chicos nos indica seguirlo para subir y poder ver unas vistas exclusivas. Algunos deciden quedarse, y los que nos animamos sufrimos lo nuestro para poder llegar al punto deseado, un camino algo resbaladizo y empinado, sumándole arenilla traicionera y chanclas de la playa, una combinación nada recomendable para un ascenso de ese tipo. Pero merece la penaaaaaaa!!!!!! Vaya vistas, impresionanteeeee!!!!!! Hemos echado unas buenas risas con nuestro amigo Wilson y la cantidad de fotos que hemos hecho. Ha merecido la pena sin duda la subida.
Después pudimos disfrutar de una riquísima comida entre las palmeras dónde transcurría la vida del naúfrago, degustando algunos manjares prohibidos gracias a uno de nuestros acompañantes. Por la tarde pudimos hacer snorkel en las maravillosas aguas cristalinas que rodean la isla, una pasadaaaa!!!!!!!
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| Cast Away Island |
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| Yanuya Island |
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| Yanuya Island |
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| Yanuya Island |
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| Yanuya Island |
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| Yanuya Island |
Antes de pisar la isla de Cast Away, tenemos parada obligada en la Isla Yanuya, dónde se presentan los respetos al jefe y se paga un pequeño tributo para poder visitar la famosa isla. Pudimos echar un vistazo a la escuela y un poco a la comunidad, y una de las playas a las espaldas del poblado.
Desembarcamos por la parte dónde se puede ver la cueva dónde pasó algún tiempo nuestro amigo Tom, en compañía de Wilson. Debido al oleaje y a la prohibición de acercarse, sólo pudimos verla desde el barco y no muy cerca. Una vez en tierra firme, uno de los chicos nos indica seguirlo para subir y poder ver unas vistas exclusivas. Algunos deciden quedarse, y los que nos animamos sufrimos lo nuestro para poder llegar al punto deseado, un camino algo resbaladizo y empinado, sumándole arenilla traicionera y chanclas de la playa, una combinación nada recomendable para un ascenso de ese tipo. Pero merece la penaaaaaaa!!!!!! Vaya vistas, impresionanteeeee!!!!!! Hemos echado unas buenas risas con nuestro amigo Wilson y la cantidad de fotos que hemos hecho. Ha merecido la pena sin duda la subida.
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| Cast Away Island |
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| Cast Away Island |
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| Cast Away Island |
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| Cast Away Island |
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| Cast Away Island |
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| Cast Away Island |
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| Cast Away Island |
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| Cast Away Island |
Después pudimos disfrutar de una riquísima comida entre las palmeras dónde transcurría la vida del naúfrago, degustando algunos manjares prohibidos gracias a uno de nuestros acompañantes. Por la tarde pudimos hacer snorkel en las maravillosas aguas cristalinas que rodean la isla, una pasadaaaa!!!!!!!
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| Con nuestros amigos Robert y Albert |
LLegada a Mana Island 12 Junio 2011
Esperando a nuestro barco que nos llevará a nuestro próximo destino, Mana Island.
La travesía en barco ha sido espectacular, el mar estaba en calma, el cielo azul despejado y pequeñas islas de arena blanca paradisiacas que se alejaban a nuestro paso.
Pisamos Mana Island, nos están esperando algunos trabajadores de Mana Lagoon Backpackers para ayudarnos con nuestras maletas. Nos conducen hacia el hostal, en recepción nos esperan casi todo el equipo, dónde nos deleitan con una canción de bienvenida y nos dan una pequeña charla de recomendaciones y la manera en la que funcionan, siendo una gran familia, Bulaaaaaa!!!!! Así que contentos y felices nos disponemos al reparto de habitaciones. Nosotros esperamos estar algo retirados de la zona común, ya que leyendo en internet pudimos comprobar que no era muy buena idea dormir cerca de las zonas comunes, ya que eran bastante ruidosas. Nos llevan a la zona de atrás dónde hay más habitaciones, y para nuestra sorpresa vemos que en nuestra habitación hay 3 camas, y ya una de ellas está ocupada. Mal empezamos!!!!!!!1
Así que me dirigo a recepción para poder hablar con la Manager, Dianne, la mujer de Paul, nuestro anfitrión en Nadi. Nuestra conversación con Bosco ( aquel curioso fijiano), había sido muy diferente, debíamos tener nuestra propia habitación con algo de privacidad y retirada de las zonas comunes, a lo que Dianne no le daba mucha importancia y de primeras no se le veía que quisiera servir de mucha ayuda, a lo que me puse algo más serio de la cuenta reclamando lo que debíamos tener. Después de una charla, nos da una habitación para 3 personas sólo para nosotros, pero inevitablemente en las zonas comunes, continuamos maaallllll!!!!!!!
Algo descontentos, intentamos tomárnoslo con filosofía y ver como pasa la primera noche. Seguidamente pasamos a buscar al Instructor de Buceo para revisar equipos y concretar las 6 inmersiones que queremos hacer. No tardamos en encontrarlo, y cuando nos conduce hasta los equipos de buceo y vemos las condiciones en las que están, María sin dudarlo me mira y rehusa a bucear con semejante equipo, y sumándole que ni siquiera tenía computador de buceo, decidimos cancelar la reserva, a lo que el instructor responde con soluciones, nuevos equipos y computador en un par de horas.
Así que nuestra llegada no ha sido de lo más agradable, y ya notamos en el ambiente algo de recelo por parte del resto del equipo, parece ser que no les gusta la gente que no se conforma con lo que ellos decidan, así que sólo nos queda esperar tener una buena estancia y no tener muchos más problemas.
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| Mana Island |
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| De camino a ver la puesta de Sol |
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| Vistas desde Mana Island |
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| Vistas de Mana Island |
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| Vistas de Mana Island |
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| Vistas de Mana Island |
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| Vistas de Mana Island |
martes, 6 de septiembre de 2011
Nadi 11 junio 2011
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| Ben |
Tantas buenas palabras y promesas nos hacen desconfiar un poco, si le sumamos que durante nuestras charla ha sido capaz de beberse un par de cervezas (nunca pequeñas), y las evasivas a nuestras preguntas directas, decidimos parar la charla por unos minutos y mirar en internet algo de información acerca de este peculiar fijiano.
No tardamos mucho en encontrar su nombre en la red, y para nuestra sorpresa todo lo que encontramos son buenas palabras de agradecimiento para él y la gente en Mana Island, pero seguimos con algo de desconfianza en nuestro interior, algo nos dice que no es oro todo lo que reluce, pero tenemos delante de nosotros pruebas que demuestran lo contrario, así que deliberando un poco, no tenemos mucho tiempo en el país, no queremos quedarnos otro día más en Nadi y tenemos ganas de disfrutar de playa y buceo, tomamos la decisión y reservamos nuestras vacaciones con ellos.
Se me olvidada comentar que todo este proceso nos llevó algunas horas, y mientras nuestra acompañante iba y venía de solucionar gestiones, nosotros aprovechábamos para hacer algunas compras y comer algo, con lo que cuando quisimos darnos cuenta, el día se había ido y no habíamos visto nada de la ciudad, sólo el despacho de Bosco. Un poco resignados al respecto, volvemos a casa y pasamos la noche deseando que amaneciera y pusiéramos rumbo a la isla.
Llegada a Fiji 10 Junio 2011
Llegada a nuestro penúltimo país que vamos a visitar en nuestra aventura. Después de un mes por Nueva Zelanda pasando algo de frío, aterrizamos en el aeropuerto de Nadi con algunos grados de más, y para nuestra sorpresa con un recibimiento algo distinto que en algunos otros países. A la salida del avión y a pocos metros nos esperan un grupo de fijianos, guitarras en mano, coloridas camisas y la falda típica fijiana, con sus sonrisas de oreja a oreja y cantando alegremente. Vaya sensación tan buena, de primeras nos sacan una sonrisa a cada uno de los pasajeros que aterrizamos.
Salimos a la calle a fumar un cigarro, no tenemos prisa, tenemos la dirección dónde pasaremos un par de noches, una familia fijiana que hemos conocido en la página web www.coachsurfing.com, una red social dónde puedes encontrar alojamiento gratuito y tener la oportunidad de conocer gente local del destino dónde vayas, algo que nos pareció fantástico y que ya practicamos en Australia.
Ya listos para coger nuestro taxi, no tardamos en darnos cuenta de que algo no va bien. Preguntamos al primer conductor por la dirección que nos habían dado, muy cerca del aeropuerto, y además sabiendo el precio que debían cobrarnos por la carrera, a lo que el conductor contestó panchamente que no tenía ni idea de dónde estaba esa dirección. Mi respuesta es clara, "Taxista en Nadi y no conoces la dirección que está a menos de 10 minutos del aeropuerto????". Respuesta del taxista: su cara lo decía todo, no puedo timarte no me interesas. Así que lo intento un par de veces más y me encuentro con la misma situación. Es cuando empezamos a sentir algo de mal rollo con la situación, toda la alegría de la bienvenida y buenas sensaciones iban desapareciendo por segundos.
Después de pasar unos 20 minutos de incredulidad e intentar que alguien nos echara un cable a solucionar tan surrealista situación, veo a un fijiano con un cartel con nuestro nombre, no me lo podía creer!!!! Nos acercamos y para nuestra sorpresa era Paul, el chico que nos acogía en su casa. Había llegado con algo de retraso y. nos habíamos cruzado en el aeropuerto sin vernos, y al no tener conocimiento de su intención por recogernos tampoco íbamos muy atentos a ningún cartel. Así que ya en compañía de Paul no hubo ningún problema y pudimos llegar a su casa.
Nuestras primeras sensaciones con su familia, dos hermanos y una chica que hacía las veces de secretaria, fueron buenas. Estuvimos charlando un buen rato, preguntando un poco que nos esperaba al día siguiente e indagando un poco sobre que isla visitar para descansar y bucear. Veníamos sin haber indagado mucho y confiados en la ayuda que nos prestarían Paul y Dianne, ya que en su perfil en la web tenían unas referencias buenísimas y de bastante gente que había pasado por allí.
Terminamos la noche con la degustación de la bebida fijiana más típica y usada socialmente, llamada Kava o Yaqona. Es una infusión preparada con la raíz de un derivado de la pimienta. Su elaboración consiste en poner agua en una especie de recipiente algo grande, y después con la raíz envuelta en una trapo, se remoja y remoja produciendo la mezcla entre el agua y la raíz, adquiriendo un color marrón. La manera de tomarlo consiste en sentarse alrededor del Kava, uno de los asistentes hace de anfitrión y marca el ritmo en el que se va bebiendo. Decir que el sabor es algo desagradable de primeras, y bueno, de segundas algo también, pero después de unos cuantos va entrando algo mejor. Decir también que está bebida en exceso puede tener algunos efectos parecidos al alcohol.
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| Bienvenida a Fiji Islands |
Salimos a la calle a fumar un cigarro, no tenemos prisa, tenemos la dirección dónde pasaremos un par de noches, una familia fijiana que hemos conocido en la página web www.coachsurfing.com, una red social dónde puedes encontrar alojamiento gratuito y tener la oportunidad de conocer gente local del destino dónde vayas, algo que nos pareció fantástico y que ya practicamos en Australia.
Ya listos para coger nuestro taxi, no tardamos en darnos cuenta de que algo no va bien. Preguntamos al primer conductor por la dirección que nos habían dado, muy cerca del aeropuerto, y además sabiendo el precio que debían cobrarnos por la carrera, a lo que el conductor contestó panchamente que no tenía ni idea de dónde estaba esa dirección. Mi respuesta es clara, "Taxista en Nadi y no conoces la dirección que está a menos de 10 minutos del aeropuerto????". Respuesta del taxista: su cara lo decía todo, no puedo timarte no me interesas. Así que lo intento un par de veces más y me encuentro con la misma situación. Es cuando empezamos a sentir algo de mal rollo con la situación, toda la alegría de la bienvenida y buenas sensaciones iban desapareciendo por segundos.
Después de pasar unos 20 minutos de incredulidad e intentar que alguien nos echara un cable a solucionar tan surrealista situación, veo a un fijiano con un cartel con nuestro nombre, no me lo podía creer!!!! Nos acercamos y para nuestra sorpresa era Paul, el chico que nos acogía en su casa. Había llegado con algo de retraso y. nos habíamos cruzado en el aeropuerto sin vernos, y al no tener conocimiento de su intención por recogernos tampoco íbamos muy atentos a ningún cartel. Así que ya en compañía de Paul no hubo ningún problema y pudimos llegar a su casa.
Nuestras primeras sensaciones con su familia, dos hermanos y una chica que hacía las veces de secretaria, fueron buenas. Estuvimos charlando un buen rato, preguntando un poco que nos esperaba al día siguiente e indagando un poco sobre que isla visitar para descansar y bucear. Veníamos sin haber indagado mucho y confiados en la ayuda que nos prestarían Paul y Dianne, ya que en su perfil en la web tenían unas referencias buenísimas y de bastante gente que había pasado por allí.
Terminamos la noche con la degustación de la bebida fijiana más típica y usada socialmente, llamada Kava o Yaqona. Es una infusión preparada con la raíz de un derivado de la pimienta. Su elaboración consiste en poner agua en una especie de recipiente algo grande, y después con la raíz envuelta en una trapo, se remoja y remoja produciendo la mezcla entre el agua y la raíz, adquiriendo un color marrón. La manera de tomarlo consiste en sentarse alrededor del Kava, uno de los asistentes hace de anfitrión y marca el ritmo en el que se va bebiendo. Decir que el sabor es algo desagradable de primeras, y bueno, de segundas algo también, pero después de unos cuantos va entrando algo mejor. Decir también que está bebida en exceso puede tener algunos efectos parecidos al alcohol.
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| Preparación del Kava |
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