Apacible despertar de nuestro onceavo día de viaje, que maravilla escuchar la montaña por la mañana después de una gran noche, un desayuno en compañía y ganas de empezar un nuevo día.
Nos dirigimos hacia Udaipur, a unos 90 kilómetros de distancia, solo dos horas en coche yuguuuuuu!!!!! El paseo ha sido precioso, dónde la mitad del recorrido ha transcurrido entre montañas, con bonitos paisajes dónde perder tu mirada.
Sobre las 12 de la mañana hemos llegado a Udaipur y después de dejar las cosas en el hotel nos hemos puesto en marcha para visitar el Palacio de la Ciudad, el más grande de Rajastán situado a las orillas del Lago Pichola, rebosante de agua por las recientes lluvias dónde hemos podido ver como los locales disfrutan de sus baños.
Paramos a comer en Sunrise Restaurant, un modesto pero aconsejable restaurante para comer con una buena relación calidad/precio. Un paseo por las tiendas, charlas con los dependientes, regateos van y vienen, y volvemos a juntarnos con todos nuestros compañeros de Rajastán. Nos unimos y nos llevan a ver bailes típicos de la zona, en los cuáles fuimos partícipes algunos jejejeej. Si nos habían quedado ganas de echar unos bailes, Jorge y yo, nos unimos al festejo dónde todos bailan con cuatro palos, dos por cada mano. Un poco monótono para ser realistas, pero sólo con ver esas caritas de esos niños que te miran a los ojos y te sonríen, merece la pena.
Disfrutamos de una buena cena con unas vistas preciosas del Lago Pichola incluyendo algún que otro fuego artificial. Y acto seguido, directos al hotel después de un día agotador.
NI QUE LO DIGAS!!!!!!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario